Peligros ocultos de luces nocturnas
Cae la noche, así que enciende las luces. Pero una teoría impactante ha estado ganando apoyo en los últimos años: que la luz artificial nocturna puede contribuir al cáncer de mama y de próstata, tal vez porque reduce la producción de la hormona melatonina. Ahora dos estudios agregan peso a esa idea.
Uno, de la Universidad de Haifa de Israel, analizó las mediciones satelitales de la luz nocturna y las tasas de cáncer en 164 países. Los más brillantes tenían las tasas más altas de cáncer de próstata, más del doble que las naciones más oscuras.
Mientras tanto, los investigadores de Harvard que rastrearon a más de 18,000 mujeres posmenopáusicas informaron que aquellas con los niveles más bajos de melatonina durante la noche tenían alrededor de 60 por ciento más de probabilidades de desarrollar cáncer de seno.
Se sabe que la luz suprime la producción de melatonina en el cerebro. La hormona puede desempeñar un papel en la inmunidad o ayudar a frenar el crecimiento del cáncer, según Richard G. Stevens, PhD, coautor del estudio israelí. Entonces, ¿cómo se puede minimizar el posible riesgo que representa la iluminación moderna, sin ir preindustrial?
- Duerma en la habitación más oscura posible. Use persianas o cortinas oscurecedoras si vive en una calle urbana brillante o si tiene una farola afuera de su ventana.
- Mantenga una luz de noche en el baño para las visitas de medianoche en lugar de encender la sobrecarga. Incluso una breve exposición a la luz puede suprimir la melatonina. Una bombilla roja es la mejor: las longitudes de onda rojas causan una caída menos precipitada en los niveles de la hormona que las longitudes de onda azules, como las que se producen con halógenos y lámparas fluorescentes.
- Desayuna junto a la ventana. Una dosis de luz solar de 20 minutos restablecerá sus ritmos circadianos naturales y ayudará a garantizar un pico de melatonina nocturno saludable.